¿Qué pasaría si un día descubrieras que, en realidad, eres hijo de un dios griego que debe cumplir una misión secreta? Pues eso es lo que le sucede a Percy Jackson, que a partir de ese momento se dispone a vivir los acontecimientos más emocionantes de su vida.
Expulsado de seis colegios, Percy padece dislexia y dificultades para concentrarse, o al menos ésa es la versión oficial. Objeto de burlas por inventarse historias fantásticas, ni siquiera él mismo acaba de creérselas hasta el día que los dioses del Olimpo le revelan la verdad: Percy es nada menos que un semidiós, es decir, el hijo de un dios y una mortal. Y como tal ha de descubrir quién ha robado el rayo de Zeus y así evitar que estalle una guerra entre los dioses. Para cumplir la misión contará con la ayuda de sus amigos Grover, un joven sátiro, y Annabeth, hija de Atenea.
El ladrón del rayo da comienzo a la apasionante serie PERCY JACKSON Y LOS DIOSES DEL OLIMPO, un mundo secreto que los antiguos dioses griegos han recreado a nuestro alrededor en pleno siglo XXI.
Percy Jackson y los dioses del Olimpo no es
una saga juvenil, sino “middle-grade”. Para quien no lo sepa, esto significa
que están dirigidos a preadolescentes, o a niños entre 8 y 12 años, dependiendo del contenido del libro. Sin embargo, si me lo preguntan, diría
que es un libro “apto para todos los públicos”, como una de esas buenas
películas de animación que disfrutan niños y grandes sin complejo alguno.
Y es que la saga de Percy Jackson tiene la virtud de
“sacar al niño que todos llevamos dentro” de una manera fácil y natural. Se
trata de un libro muy divertido, hilarante, que te mantiene con una sonrisa en
la cara durante las casi doscientas páginas de lectura.
El protagonista de la saga es un chico de doce años con
un gran sentido del humor; pero esto no significa que no se tome las
calamidades que le suceden con seriedad,
sino que intenta sobrellevarlas como puede, a base de comentarios sarcásticos y
frases irónicas.
—Los monstruos no mueren, Percy. Pueden matarse, pero no mueren.
—Hombre, gracias. Eso lo aclara todo.
Este tono humorístico es uno de los puntos fuertes de
la saga. De alguna manera, el autor logra que se convierta en algo natural y no
resulta forzado en ningún momento. Leer a Percy es como escuchar a un buen
amigo contarte todo lo que ha vivido en una semana especialmente mala, pero sin
dramatismo y con algo de espectacularidad. “¿Y a qué no sabés que pasó
después”, parece ser la pregunta que alimenta el libro.
También debo decir que me divertí muchísimo con la
adaptación a la modernidad que el autor hace de los mitos griegos. Y es que,
claro, si en la antigüedad el dios Apolo se encargaba de conducir el carro del solar, ¿por qué ahora no
puede conducir un automóvil último modelo y usar
gafas de sol?
Por otra parte, los dioses griegos no son los únicos
que brillan en esta saga. El elenco de personajes de Percy Jackson es muy grande y variado. Los más destacables son Annabeth, la chica lista e irónica que se encargará de poner en su lugar a nuestro temerario protagonista, y Grover, un sátiro ingenuo y bieintencionado que no se separará ni un momento de ellos.
El campamento Mestizo también es un lugar con el que es
fácil encariñarse, pero, ¡atentos! No es más que una parada en el viaje de
Percy, así que no tendremos mucho tiempo para conocerlo en este libro. Pero, en
compensación, haremos unos cuantos viajes interesantes por Estados Unidos, y
tendremos altas dosis de acción para entretenernos.
"En cierto sentido, es bueno saber que hay dioses griegos ahí afuera, porque tienes a alguien a quien echarle la culpa cuando las cosas van mal. Por ejemplo, si eres un mortal que está huyendo en un autobús atacado por arpías monstruosas y fulminado por un rayo -y si encima está lloviendo-, es normal que lo atribuyas a tu mala suerte; pero si eres un mestizo, sabes que alguna criatura divina está tratando de fastidiarte el día".
Si les gusta la mitología griega y no tienen problemas
en dejarse llevar por una historia disparatada y moderna, entonces no duden en
darle una oportunidad a esta saga. Y si no saben nada sobre mitología griega, no se preocupen: el libro no deja que nadie se quede atrás, y explica de manera sencilla el lugar de cada dios griego y los distintos mitos. ¡Quizás hasta logre que se interesen por las historias originales! De todos modos, para unos y
otros, la diversión está asegurada.
¿Alguno de ustedes la ha leído? ¿Qué les pareció el primer libro? ¡Cuéntenme en los comentarios!
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