sábado, 14 de marzo de 2020

Reseña de "Middlemarch" de George Eliot


¡Hola, lectores! Hoy vengo a hablarles de un libro que me sorprendió gratamente a principios de año. Se trata de “Middlemarch” de George Eliot —pseudónimo de Mary Anne Evans—, un clásico que les recomiendo absolutamente.

¿Quieren saber más? ¡Sigan leyendo!


Libro: Middlemarch
Autora: George Eliot
Año de publicación: 1871

Sinopsis:


Dorothea Brooke, a los diecinueve años, ha recibido "una educación para jovencitas comparable a las cavilaciones y opiniones de un ratón pensante", pero, activa e idealista, enamorada de un sesudo erudito en temas mitológicos, desea, "pobre criatura, ser sabia también ella". Con esa altitud de miras contrae matrimonio… y el matrimonio es un fracaso. Tertius Lydgate, por su parte, joven médico emprendedor, anhela convertir la provinciana ciudad de Middlemarch a la "cultura científica" desafiando prejuicios e implantando reformas: a la bella Rosamond Vincy el talento del joven le suena a "una condecoración en la solapa o un ilustrísimo delante del nombre" y está convencida de que casándose con él accederá a una gloriosa vida social. También su matrimonio es un fracaso. Y, en tercer término, Fred Vincy, el muchacho superfluo y sin vocación, y Mary Garth, la muchacha hacendosa y prudente, se gustan, se separan, se ponen a prueba y se vuelven a encontrar antes de consagrar ese vínculo al que solo la experiencia y la resistencia parecen garantizar la fortuna y la felicidad. Middlemarch (1871-1872) es la historia de tres parejas sujetas a los frágiles hilos del saber y del error, entretejida con la crónica minuciosa de los destinos de toda una comunidad en una época de cambios y reacción.



“Todo límite es un comienzo a la vez que un final”



El pueblo de Middlemarch representa con maestría distintos aspectos de la sociedad rural inglesa de las primeras décadas del siglo XIX.

El primer personaje al que conocemos es Dorothea Brooke, una joven de buena posición social que busca emprender algunos proyectos beneficiosos para su comunidad, como construir unas casitas para los trabajadores que viven en los alrededores. Pese a sus buenas intenciones, en las primeras páginas se nos presenta como una mujer de opiniones muy severas —la mayoría de ellas ancladas a su forma de practicar la religión—, que en ocasiones resulta incomprensible incluso para su propia hermana, Celia, cuyo comportamiento es mucho más pragmático. Aún así, todos se sorprenden cuando Dorothea anuncia su intención de casarse con el señor Edward Casaubon, un clérigo varios años mayor que ella que se encuentra escribiendo un libro sobre estudios teológicos. Esto traerá importantes consecuencias para su futuro, pues el señor Casaubon no es el hombre comprensivo y profundo que la idealista Dorothea pensaba; y su situación se complicará aún más cuando conozca al primo de su nuevo marido, Will Ladislaw, un joven con un destino errante y una mala reputación familiar que pondrá su vida del revés.


“Porque no hay persona cuyo interior sea tan entero que no se vea firmemente determinada por lo que existe a su alrededor”.


Paralelamente, conoceremos la vida de otros personajes que tendrán una gran relevancia en el desarrollo de la trama, como la del doctor Tertius Lydgate, recién llegado al pueblo, que debe enfrentarse a los prejuicios de algunas personas que no confían en los nuevos avances de la medicina; o la de Rosamond Vincy, la frívola y caprichosa hija del alcalde del pueblo, que posa sus ojos en Lydgate nada más llegar y hará todo lo posible por alimentar su propia vanidad, incluso a costa del bienestar de las personas que la rodean.

Por último, esta también es la historia de Fred Vincy —hermano de Rosamond—, un joven inconstante y proclive a contraer deudas al que le cuesta tomar decisiones acerca de su propia vida; la de Mary Garth, una joven humilde y trabajadora que tiene la cabeza muy bien puesta y jamás duda a la hora de expresar sus opiniones ante los demás. Fred ha estado enamorado de Mary desde su más tierna infancia y su más ferviente deseo es poder convertirse en alguien digno de su admiración para poder casarse con ella; pero, primero, deberá deshacerse de sus viejas costumbres y aprender a ser más responsable.

Uno de los principales temas que trata esta novela es la del matrimonio y sus implicaciones. A través de Dorothea podemos ver las consecuencias de la abnegación y el sacrifico extremos —conceptos que ella tiene un muy alto valor, dado que a veces parece buscar la grandeza a través de su propio empequeñecimiento— y cómo la exaltación de esos valores la conducen a una supresión de sus propias necesidades, destruyendo su felicidad poco a poco. El egoísmo del señor Casaubon no la ayudará a hacer más llevadero su matrimonio y terminará atándola de maneras insospechadas.

“El matrimonio, que ha sido el final de tantas narraciones, es aún el gran comienzo…”


Por otra parte, podremos ver algo de ese mismo egoísmo en la actitud de Rosamond hacia Lydgate, pues la joven tiene en muy poca consideración las ambiciones y sueños del hombre al que supuestamente ama, y no aliviará prácticamente ninguno de sus pesares —ni si quiera los que se supone que deben compartir— con tal de no afectar su propia comodidad.

¿Y Fred y Mary? Bueno, Fred comienza la novela con todo en su contra, así que solo el tiempo dirá si puede llegar a buen puerto...

Al elenco principal también se suman otros personajes secundarios como el señor Bulstrode —adinerado banquero del pueblo y emparentado por matrimonio con la familia Vincy— y el padre Farebrother, que darán mucho juego en distintas líneas argumentales.

“No es infrecuente cierto desánimo y desfallecimiento ante el nuevo futuro real que sustituye al imaginado”.


Middlemarch es una novela muy consciente de las complicadas relaciones que se tejen entre las personas que componen una determinada comunidad y de la influencia que pueden ejercer las unas sobre las otras. Tiene, en este sentido, un importante componente sociológico, que se ve reflejado también en la importancia que tienen la política y la religión para los personajes y la forma en que sus respectivas ideologías marcan su comportamiento. No obstante, algunos personajes son propensos a dejarse llevar por sus pasiones e impulsos, y eso es lo que los vuelve impredecibles y dignos de estudio. Cada uno de ellos está dotado de una psicología muy definida, determinada no sólo por sus inclinaciones y propósitos, sino también por sus prejuicios y recelos. Algunos incluso esgrimen interesantes contradicciones entre su sistema de creencias y su accionar, por lo que resultan muy humanos y creíbles.

“Las escenas que constituyen cambios vitales en la suerte de nuestros vecinos son el telón de fondo de las nuestras, pero sin embargo, igual que un aspecto determinado de los campos y los árboles, los asociamos a las épocas de nuestra propia historia, y componen una arte de esa unidad que subyace en la selección de nuestra conciencia más aguda”.

Asimismo, la prejuiciosa forma de algunos personajes de referirse los unos a los otros le sirve a la autora para exponer algunas interesantes críticas a la sociedad de su época. La más notoria es la denuncia de la misoginia de la que hacen gala muchos personajes masculinos al referirse a las mujeres como seres fundamentalmente sentimentales, con un intelecto inferior al de los hombres. Podemos encontrar esta clase de comentarios en la boca del tío Brooke, que opina que las mujeres no deberían abocarse tanto a los clásicos y las matemáticas como a las bellas artes y sólo “hasta cierto punto” como le gusta decir, y también en otras personalidades que acuden a la case del alcalde cenar y que le dan mucho más importancia a la apariencia y modales de las mujeres que a sus opiniones y deseos.

“De las mujeres se esperaba que no tuvieran opiniones demasiado concretas, pero en todo caso, la mayor garantía de la sociedad, así como de la vida familiar, consistía en que las opiniones no eran algo según lo que se actuara. La gente cuerda hacía lo que hacían sus vecinos, de manera que si algún loco andaba suelto se lo podía conocer y esquivar”.

La prosa de George Eliot tiene un tono que oscila entre la ironía y el sarcasmo velado, pero sus críticas siempre son certeras y afiladas. Sus apreciaciones son, al mismo tiempo, compasivas y despiadadas, dado que su pluma sobrevuela el punto de vista de distintos personajes que son muy diferentes entre sí, describiendo con igual destreza sus virtudes y defectos, a la vez que intenta mostrarlos en toda su complejidad.

La vida en Middlemarch se desenvuelve lenta pero inexorablemente; pequeñas intervenciones y detalles aparentemente insignificantes pueden influir de manera profunda en acontecimientos posteriores, sin que ninguno de los involucrados en la gran trama que el destino tejió para ellos pueda alcanzar a predecir sus respectivos futuros ni las consecuencias de sus actos. Muchos de ellos creen saber qué sienten y piensan los demás, pero están muy errados, pues siempre están atribuyendo a los demás intenciones o motivaciones que les son propias, o simplemente los miran a la luz de sus ilusiones o prejuicios, engañándose constantemente a sí mismos. Lo público se entremezcla con la vida privada, y las aspiraciones y los deseos personales entran en disputa con las motivaciones y ambiciones de otras personas.  Así es la vida en este microcosmos, que es, al mismo tiempo, representativo de una sociedad más amplia.

“Más, ¡cuán poco sabemos aquello que constituye para nuestros vecinos el paraíso! Juzgamos a partir de nuestros propios deseos, y nuestros vecinos no son siempre lo suficientemente sinceros como para mostrar ni el mínimo indicio de los suyos”.

“Porque no hay persona cuyo interior sea tan entero que no se vea firmemente determinada por lo que existe a su alrededor”.

Y bien, ¿ya he logrado convencerlos de que le den una oportunidad? Si están interesados en los análisis sociológicos y psicológicos profundos; si quieren emocionarse y sufrir de la mano de personajes profundamente humanos; y, sobretodo, si quieren conocer las reflexiones de una autora muy respetada y adelantada a su tiempo acerca de la importancia de la colaboración y el entendimiento en el matrimonio, este libro es para ustedes.


¿Alguien lo ha leído o  está interesado en leerlo? ¡Cuéntenme en los comentarios!


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