domingo, 7 de mayo de 2023

Reseña de "Cuando el mundo era nuevo", de VV. AA.

 

¡Hola, lectores! ¿Les gustan las leyendas? Hoy les traigo una antología que leí hace poco y que disfruté desde el principio hasta el final.


 

Título: Cuando el mundo era nuevo

Autores: Victoria Bayona, Lilia García Bazterra, Ezequiel Dellutri, Mario Méndez, Fabiola Prulletti, Cecilia Repetti, Marie Slosse, Franco Vaccarini.

Colección: La Hilandería

Editorial: Bambalí

Año de publicación: 2023





 


Cuando el mundo era nuevo es una de las últimas novedades de Bambalí, una editorial mendocina de LIJ que acaba de lanzar la colección “La Hilandería”, en la que poco a poco se irán publicando antologías de relatos firmados por autores argentinos. En esta primera entrega, el hilo conductor son las leyendas de nuestros pueblos originarios, que fueron contándose de boca en boca a través de distintas generaciones, y que ahora adquieren una nueva forma gracias a la pluma de ocho grandes escritores.


El libro comienza con una bella introducción de Franco Vacarini, coordinador de la antología, que nos invita a pensar en las leyendas de los antiguos narradores como una representación del mundo y una memoria compartida de nuestra especie. Poco a poco, iremos recorriendo distintos paisajes de la Argentina y las creencias de cada región, mientras disfrutamos de historias de lo más diversas. A continuación, las enumero:

 


La luna y la flor, de Victoria Bayona: es la leyenda guaraní de la flor del irupé. Se trata de un relato poético, ideal para leer pausadamente, que nos presenta a Jara, una joven que se ha enamorado de un guerrero de la luna y busca la forma de reunirse con él. Una maravillosa oda a la sensibilidad y la conexión que tenemos con la naturaleza.

 


“Jara siente el mundo. El mundo la siente a ella. Están conectados y se entrelazan danzando una vida que no le ahorra sufrimientos. Ella ve todo: la bondad y la maldad, los espíritus afines y los hombres de ojos huecos. Los compadece. No quisiera atravesar la vida sin sentirla colándose en sus poros. Cada mañana es una bendición y una condena”:


 

La noche oscura del alma, de Lilia García Bazterra: es una leyenda mapuche del río Negro. Quizás este sea uno de los relatos más conocidos de la antología, el de un par de jóvenes Limay y Neuquén que se enamoran de la misma chica y comienzan una disputa que desembocará en un destino inesperado. La autora supo muy bien cómo narrar esta historia de manera que se mantuviera la tensión hasta el final. Acompañado de algunos versos mapuches, retrata con lirismo el drama que se teje entre los personajes.

 


“Cuando el sol se desdibujó en el horizonte de la arboleda, rieron por última vez como si aún fueran niños. Una brisa comenzó a crecer entre las ramas de los ñires. Y luego se hizo viento, a medida que los amigos regresaban uno junto al otro pero sin dirigirse la mirada”.

 


 

Un río para los qom, de Ezequiel Dellutri: recrea la leyenda del armadillo. Es uno de los relatos más divertidos de la antología. Narrado en primera persona desde la perspectiva de un armadillo que se niega a ser devorado por los qom, nos cuenta las razones por las que el Desierto Indomable se convirtió en el Bosque Impenetrable y el origen del río Bermejo. Una historia con mucho humor que, además, contiene algunos pasajes conmovedores y profundos.


 

“Lo miro. De pronto, siento que el cacique me trasladó su tristeza. Alekto se hace bola para hacerme reír, pero logra algo mejor: ¿y si en lugar de círculo de la vida hiciéramos una esfera? Una esfera que pudiera ir para otros lados, con más posibilidades y caminos”.

 


El poncho de Coquena, de Mario Méndez: es una leyenda diaguita-calchaquí sobre Coquena, el dios defensor de los animales, que además de ser dueño de minas de oro y plata, cuida con gran dedicación su rebaño de llamas, alpacas y vicuñas. No obstante, el protagonista de esta historia es Unay, un joven que queda prendado de los encantos de la bella y vanidosa Illari y accede a regalarle un poncho tejido con la lana de los animales de Coquena. Con una narración fluida y detallada, el autor nos ofrece un relato muy bello sobre la importancia de la humildad y la dedicación.


 

“El joven fue aprendiendo el duro trabajo de cuidador de rebaños, levantándose al alba, guiando a los animales a los pastos, evitándoles los peligros, rescatándoles cuando se golpeaban o caían. Aprendió el arte de ordeñar, que le enseñó Paqari, la hija mayor de su padrino de manos curtidas en el trabajo. Y a hilar la lana. Pronto, le dijeron, llegaría el tiempo de la esquila y también esa tarea le sería enseñada”.






 


Furia cordillerana, de Fabiola Prulletti: recrea la leyenda huarpe del viento Zonda y tiene por protagonista a un joven llamado Gilanco, que caza animales indiscriminadamente con el único propósito de alimentar su vanidad. Su imprudencia lo llevará a despertar la ira de Pachamamac y su hijo Yastay, deidad protectora de los animales de la cordillera. Esta historia desarrolla de manera excelente la psicología del personaje principal, cuya necesidad de atención constante lo lleva a actuar de manera egoísta y a perder el respeto de su comunidad.

 


(…) Pero no debes matar sin necesidad, ofendes a Pachamamac. Ella nos brinda todo lo que es bueno para vivir, todos los animales y hasta el algarrobo y el chañar. Nos da una tierra fértil y lagunas donde abundan los peces. Solo podemos tomar lo necesario para proveernos de alimento y vestimenta. Debemos respetar la vida. Somos parte de la tierra, de lo que nos rodea y nos permite tomar todo de ella pero sin herirla”.


 

De amores contrariados nacen las aguas, de Cecilia Repetti: se basa en la leyenda mbyá-guaraní de las Cataratas del Iguazú. Dividida en pequeñas escenas, nos cuenta la historia de Tarobá y Naipí, dos jóvenes enamorados que buscan la manera de burlar a Boi, la diosa serpiente, a quien la joven debe entregar su vida en sacrifico como parte de un rito. Es un relato escrito de forma muy bella, que nos habla de la incontenible rebeldía de los enamorados y de lo que estamos dispuesto a hacer para cambiar nuestro destino y el de los demás. Las descripciones de la selva y las cataratas recrean muy bien la hermosura de estos paisajes naturales.

 


“El río está manso y brilla con la aurora a punto de aparecer. Acompaña a los amantes que se alejan veloces con la fuerza que imprimen los remos en el agua. El silencio del nuevo día se quiebra solo con el chasquido del uno, dos, uno, dos, de la canoa que va aguas abajo. Nada temen los enamorados en las aguas tranquilas, pero son jóvenes, no saben que es el instante de la calma que da paso a la tormenta".


 

El camino del sol, de Marie Slosse: es la leyenda quechua del Puente del Inca. Tupac, conquistador de tierras y reconocido inca del Tahuantinsuyo Imperio de los Cuatro Lados—, se encuentra preocupado por la enfermedad de su hijo y envía varias partidas de hombres a buscar una solución. Nadie parece encontrarla, hasta que alguien le trae noticias de un río de aguas sanadoras, en cuya orilla más lejana, tocada por Inti, se halla la cura definitiva; pero llegar al otro lado no será fácil y requerirá de ciertos sacrificios. Una historia muy bien narrada que habla sobre la entrega y la fuerza de las comunidades originarias, así como de la importancia de mantener la unión y la determinación frente a la adversidad. 


 

“Aquella noche el curaca soñó con aguas cristalinas acariciadas por el sol y vio el lugar exacto al que debía llevar a su hijo. (…) Así supo que debían hacer el viaje y que atravesarían muchas tierras, muchos climas, y que esto no sería fácil ni placentero. Pero lo sintió como una prueba y decidió que se prepararían para partir lo antes posible”.


 

El espíritu del águila, de Franco Vaccarini: leyenda comechingón de Arabela y el águila. Nos cuenta la historia de una joven que soñaba con un ser un águila y que se terminó convirtiendo en un símbolo de libertad para su comunidad.  Habla sobre el encuentro de los pueblos originarios con los conquistadores, las injustas batallas que tuvieron que librar, y el enorme dolor que representó para todos. Un cierre ideal para la antología, que nos invita a rememorar nuestro pasado para construir un futuro mejor.


 

“Antes era el tiempo en que las guerras no eran guerras, solamente escaramuzas entre vecinos por una aguada, un jagüel o por los territorios de caza; y se solucionaban con las palabras dominantes de los ancianos. Las aldeas prosperaban en esos castillos de roca y nieve, en esos bosques frondosos, con el único peligro de un incendio provocado por el sol ardiente del verano en los pastos resecos después de una temporada de lluvias. Así vivían los comechingones, en una región rica en alimentos y cursos de agua. Ahora los llamamos comechingones. Ellos se llamaban a sí mismos los hênîa, al norte, y los kâmîare, al sur de las sierras”.

 


Todos estos relatos cuentan con breves introducciones que contextualizan las distintas leyendas, añadiendo curiosidades y detalles interesantes sobre los elementos naturales cuyo origen se intenta explicar. Al final también se incluyen algunas reflexiones igualmente breves sobre las historias, que amplían su significado y nos invita a continuar pensándolas.


Por último, no puedo dejar de mencionar las ilustraciones de Matías Daviron, que dan vida a los personajes y animales que aparecen en la antología de forma magistral. Además, antes de cada relato hay un mapa con referencias dibujadas que nos sitúa en nuestra geografía y varía los elementos resaltados según lo que se está por contar.


Muy recomendado para todos aquellos maestros que busquen un libro para acercar las leyendas de los pueblos originarios a sus alumnos, y quienes sientan interés por conocer una parte importante de nuestra cultura.



¿Qué leyendas argentinas conocen? ¿Tienen ganas de leer este libro? ¡Cuéntenme en los comentarios!



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