Hoy les traigo la reseña de "Los Cuatro de Alera", primera parte de la tetralogía "Historia de los Cuatro Rumbos" de Márgara Averbach. Si les gustó "Umbrales", no pueden perderse este libro.
Libro: Los Cuatro de Alera
Saga: Historia de los Cuatro Rumbos
Autora: Márgara Averbach
Editorial: SM
En la primera parte, conocemos que Alera es una aldea en un mundo con sus propias reglas, sus tierras, sus ciudades, sus hábitos y sus creencias. El relato cuenta una impresionante gesta de cuatro héroes, los cuatro magos adolescentes: Emelda, Lunte, Zana y Damla. Serán ellos quienes deberán realizar una búsqueda peligrosa, un viaje, y tendrán que arriesgarse para resolver una gran crisis que afecta a la aldea de Alera y a otras aldeas vecinas. Los magos, y también los Otros, desempeñarán un papel muy importante en los hechos de carácter mágico que permitirán empezar a vislumbrar una solución para la crisis.
Los Cuatro de Alera es la historia de unos chicos con poderes mágicos llamados Zana, Damla, Lunte y Edelma, que deben embarcarse en un viaje —interior y exterior— para ayudar al mundo a recuperarse de una crisis ambiental. Los cuatro son, casualmente, hijos de “los perdidos”, un grupo de personas cuyos barcos desaparecieron años atrás… Pero la gente de Alera no cree en las casualidades.
La
historia comienza el Día de la Demostraciones, cuando nuestros protagonistas
están por graduarse. Damla, una joven cambiaforma, se transforma
inesperadamente en un árbol, causando sensación entre todos los presentes. Los magárboles sólo aparecen cuando el Bosque necesita conversar con los humanos, así que, al principio, los habitantes de Alera piensan que se trata de una especie de alerta que la naturaleza pretende enviarles para prevenir una catástrofe; pero luego descubren que Damla no tiene capacidad alguna para conversar con los árboles, y comienzan a preocuparse. ¿Qué significa eso? ¿Por qué sólo
cambia por fuera? ¿Acaso los árboles la están probando para ver si pueden
confiar en ella?
"Los dos se sentaron uno frente al otro en
el Centro del Gran Claro y dibujaron un Círculo en la tierra violeta.
En el Oeste, Emelda escribió lo que sabían:
*que había una nueva magárbol
*que la magárbol conocía solamente las
palabras de cambio.
*que había un Plan para salvar este mundo.
*que justamente ese Plan se había tragado a
los perdidos.
*que ahora, ese año en particular, todo
parecía más urgente por la muerte de los cañaverales".
El
mundo en el que transcurre esta historia tiene un sistema de magia muy especial, que se vuelve creíble y palpable gracias a la prosa poética, de cadencia lenta y pausada, que posee Márgara Averbach. Zana, por ejemplo, es una conversadora, lo cual significa
que tiene la habilidad de comunicarse con toda clase de criaturas —excepto con
los árboles, claro— y que su aprendizaje está orientado a perfeccionar el
manejo de los silencios, el diálogo y los gestos. Emelda es una maestra de
fuerzas, capaz de levantar objetos y moverlos sin tocarlos, lo que hace que
su poder esté centrado en la sensorialidad. Lunte es un buscador, cuyo poder consiste en localizar cosas que
se encuentran lejos de manera muy intuitiva. Y por último, Damla es una
cambiaforma —en este caso, una muy especial—, por lo que sus poderes tienen como eje la transformación y, de alguna manera, la empatía. Asimismo, sus habilidades moldean notoriamente sus
respectivas personalidades, y por este motivo, resulta interesante conocerlos poco a poco.
“Una sensación de seguridad intensa,
absoluta, subió a ella desde muy abajo hasta la punta más alta de sus ramas.
Las historias lo decían con mayúscula, el Brote del Mundo, una colina redonda,
suave y seca en el centro de los pantanos, habitada por cuatro Árboles enormes
con las raíces unidas bajo el pasto leve y las copas de cuatro colores”.
“Los
Cuatro de Alera” no es una historia de fantasía en donde predominen las batallas,
las persecuciones, o las escenas de acción. Por el contrario, se
trata de una historia tranquila y pausada —casi realista, pese a la presencia de magia— que se toma su tiempo para presentarle al lector el
mundo en el que se mueven sus protagonistas y las criaturas que habitan en él. Vale la pena
leerla. Es diferente, original, y te hace considerar la
magia y todo lo que representa de una manera nueva y distinta.
Si les gustan las historias que los invitan a reflexionar, y que además poseen un claro mensaje de amor y respeto a la naturaleza, este es su libro.
¿Han leído algo de Márgara Averbach? ¡Cuéntenme
en los comentarios!
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