¡Hola, hola! ¿Cómo han
empezado Noviembre? Yo les traigo una reseña que terminé hace poco de “La
abadía de Northanger” de Jane Austen. Esta es la segunda entrada de esta autora
que hago en el blog y les aseguro que no será la última. ¡Disfrútenla!
Publicada originalmente en 1818 La abadía de Northanger narra la historia de Catherine Morland, una joven ingenua y aficionada a la lectura de novelas góticas. Invitada por los Tilney a pasar una temporada en su casa de campo, se dedicará a investigar tortuosos e imaginarios secretos de familia. Pero cuando finalmente todo se aclare y comprenda que la vida no es una novela, la inocente Catherine pondrá los pies en la tierra y encauzará su futuro según dictan las normas morales y sociales. Esta es quizá la novela más irónica y divertida de Jane Austen, maestra inigualable en la recreación de retablos sociales con hondo peril humano.
“La abadía de Northanger”
es el libro más divertido de toda la bibliografía de Jane Austen. Con un estilo
inusualmente jovial, la autora nos presenta a Catherine Morland, una chica que
lleva una vida bastante común y anodina hasta que recibe una invitación de
parte de unos vecinos para viajar a Bath y distraerse un poco. Hasta aquí, todo
es normal, pero más adelante un joven llamado Henry Tilney la invitará a
conocer una misteriosa abadía alejada de la ciudad, y entonces los nervios de
Catherine serán puestos a prueba…
Antes que nada, es
necesario aclarar que este libro es una parodia del género gótico. No esperen
que Jane Austen se tome en serio el tema de las casas encantadas, porque no lo
hará. No obstante, puedo garantizarles que la historia los mantendrá
entretenidos del principio hasta el final.
“El estar bien informado nos impide alimentar
la vanidad ajena, lo cual el buen sentido aconseja evitar.”
Catherine Morland es una
protagonista muy divertida, algo fantasiosa y atolondrada. Al igual que Emma,
es una heroína austeniana bastante inusual, que no sabe tener los pies en la
tierra por más de dos minutos y tiene una imaginación hiperactiva.
Por otra parte, aunque
Henry Tilney no es mi galán preferido de las novelas de Jane Austen, tengo que
admitir que me parece un hombre agradable, muy amable y atento. Incluso diría
que merece que le den un premio en cierta parte de la historia por ser tan
paciente con la protagonista…
Hay otros dos personajes
de los que quiero hablar, pero no puedo hacerlo sin incurrir en spoilers. Uno
de ellos me dio mala espina desde la primera vez que apareció debido a su
exceso de amabilidad, y el otro me irritó de igual manera durante sus primeras
apariciones. No obstante, me gustó el tratamiento que Jane Austen hizo de la
falsedad de estos personajes.
“No hay que
desesperar de lograr aquello que deseamos, pues la asiduidad, si es constante,
consigue el fin que se propone.”
Al leer ciertas partes de
este libro he tenido la impresión de que Jane Austen habría sido una magnífica autora
de libros góticos si así lo hubiera deseado. Hay un pasaje en especial que me
puso los pelos de punta la primera vez que lo leí debido a la magnífica
ambientación que Jane Austen creó en torno a su protagonista. Pese a que casi
en seguida la tensión se rompe con un pasaje cómico, me sigue pareciendo una
escena digna de aparecer en una auténtico cuento de terror. No diré cuál es por si acaso alguien aún no
se ha leído el libro, pero para aquellos que ya lo conozcan, diré que tiene
algo que ver con un arcón cerrado, una nota y una vela…
También me ha sorprendido
el increíble sentido del humor del que hace gala la autora en este libro. Estoy
segura de que debió disfrutar mucho escribiéndolo, pues resulta muy fácil
reírse con las ocurrencias de la protagonista y sus constantes metidas de pata.
“No hay que
desesperar de lograr aquello que deseamos, pues la asiduidad, si es constante,
consigue el fin que se propone.”
¡Ah, y una cosa más! Hay
un momento en la historia en la que Jane Austen detiene la narración para hacer
un alegato a favor de la novela que me parece precioso. Creo que muchas
personas deberían leerlo. No tiene desperdicio.
“Si las heroínas no se
respetan mutuamente, ¿cómo esperar de otros el aprecio y el estima debidos? Por
mi parte, no estoy dispuesta a restar a las mías ni lo uno ni lo otro”.
Si les gusta el género
gótico, no pueden perderse este libro. No porque los vaya a asustar o marcar
especialmente, sino porque encontrarán un gran número de referencias a novelas
de ese estilo a lo largo de sus páginas.
¿Ustedes lo han leído? ¡Cuéntenme en los comentarios!
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