lunes, 30 de septiembre de 2019

Reseña de "El misterio del cuarto amarillo" de Gastón Leroux


¡Hola, lectores! Siguiendo con la línea de libros de misterio, hoy les traigo la reseña de “El misterio del cuarto amarillo” de Gastón Leroux. ¡Espero que les guste!


Libro: El misterio del cuarto amarillo
Autor: Gastón Leroux

Sinopsis:



Matilde Stangerson es atacada por un asesino que casi termina con su vida. A sus gritos de socorro y al sonido de disparos, acuden su padre y un empleado que se encuentran trabajando en la habitación del lado, en su desesperación, deben echar la puerta abajo para entrar en el cuarto amarillo. Allí está la joven en el suelo, sin conocimiento y con una profunda herida en su sien. ¿Dónde está el asesino? ¿Cómo ha logrado huir cuando la única puerta está cerrada con llave y pestillo y la ventana, también cerrada, está asegurada por sólidos barrotes? Un misterio que tratará de dilucidar el gran Federico Larsan, el más famoso detective de Francia. Pero será Joseph Rouletabille, un joven reportero policial de sólo dieciocho años, quien con su inteligencia superior y una intuición sorprendente aclarará El misterio del cuarto amarillo.'




“El misterio del cuarto amarillo” es un libro famoso por presentar uno de los primeros casos de un crimen cometido en una habitación completamente cerrada de los que se tiene constancia en la historia de la literatura policial.

Situada en Francia, la historia está protagonizada por el joven reportero de dieciocho años Joseph Rouletabille —aunque es un  amigo suyo, el abogado Sinclair, quien cuenta la historia en primera persona—, a quien le encargan investigar  un suceso escandaloso y aparentemente irresoluble del cual está hablando todo el mundo. La joven señorita Stargenson ha sido víctima de un intento de asesinato, pero su caso presenta una particularidad: estaba encerrada con llave en un cuarto donde la ventana tenía barrotes y postigos de hierro y del cual prácticamente no había forma de escapar. A su vez, el cuarto estaba situado en un pabellón —alejado del castillo principal donde normalmente residía la familia durante el invierno—,  y cuya ventana daba al campo abierto. Existen formas de explicar cómo el criminal entró en la habitación, pero, ¿cómo salió?

En la escena del crimen se encontraron elementos que inculpan a uno de los empleados de confianza de la familia, el tío Jacques, aunque en ese momento dicho hombre se encontraba ayudando al padre de la joven en el laboratorio, situado en el mismo pabellón donde se cometió el crimen. El señor Stangerson, por su parte, se encontraba trabajando en una importante investigación científica que inició junto a su hija con el objetivo de presentar los resultados a la brevedad.  Pero también hay muchos otros sospechosos, como Mathieu, el dueño de la posada “El Torreón”; el “Hombre Verde”, que trabaja como guardabosques cerca de allí;  el señor y la señora Bernier, unos vecinos que actuaron de una forma muy sospechosa durante la noche del crimen; y también Robert Darzac, el prometido de la señorita Stangerson.

En la investigación también participará Fréderick Larsan, un reputado detective con excelentes métodos de investigación, a quien Rouletabille admira, pero con quien muchas veces disiente.

“—Tenga cuidado, su lógica es demasiado directa, seño Rouletabille; la lógica le jugará una mala pasada si la maltrata así. Son muchas las circunstancias en las que hay que tratarla suavemente, tomar distancia de ella…
—Hay algo, señor Fréderick Larsan, que es mucho más grave que maltratar la lógica, y es esa tendencia propia de ciertos policías que les hace, con total buena fe, plegar suavemente esta lógica a las necesidades de sus concepciones. Usted ya tiene su propia teoría sobre el asesino, señor Fred, no puede negarlo. (…) Es un sistema muy peligroso, señor Fred, muy peligroso, el que consiste en partir de la idea que uno se hace del asesino para llegar a las pruebas que necesita… Eso podría llevarlo demasiado lejos. ¡Señor Fred, tenga cuidado del error judicial que lo acecha!”

La ambientación crea un efecto increíble en la historia, pues el lugar en que transcurre, conocido como “El Glandier” está conformado por un castillo muy viejo, un pabellón aislado, y un bosque alrededor del cual circulan toda clase de leyendas. Nos trasladaremos de un lugar a otro a medida que transcurre la historia, encontrando nuevas e interesantes pistas, y asistiendo a sucesos cada vez más inexplicables, que no hacen más que confundir a los personajes, pero que van marcando el camino de la investigación de Rouletabille.

“En un lugar de tales características, que parecía pertenecer por completo al pasado, el profesor Stangerson y su hija habían venido a instalarse para preparar la ciencia del futuro”.

La historia, pese a que es el doble de extensa de lo que suelen ser otras novelas policiales clásicas —como las de Sherlock Holmes, por ejemplo— es muy entretenida y tiene constantes giros argumentales que hacen que resulte imposible aburrirse en ningún momento.

Tengo que admitir que, cerca del final, logré dar con la solución del caso, pero eso no hizo que disminuyera en nada mi apreciación de la obra, a la que considero muy original y sabiamente estructurada. Además, en las últimas líneas, se revela un dato más sobre el caso… ¡y ese sí que me dejó con la boca abierta!

“La competencia entre esas dos inteligencias que se habían abocado al mismo trágico problema y que habían llegado a dos soluciones diferentes prometía ser apasionante”.

Si les gustan los misterios y los casos complejos, recomiendo muchísimo que le den una oportunidad. (Por cierto, en este caso hay una referencia a “Los crímenes de la calle Morgue” de Edgar Allan Poe que me hizo mucha gracia encontrar, pero que spoilea el final del cuento, así que, si aún no lo han leído, les aconsejo que vayan primero allá y luego vuelvan a leer “El misterio del cuarto amarillo”). Este libro sentó un precedente en la literatura policial, y merece ser tan valorado como otras historias de género. También les cuento que descubrí que la historia de este reportero sigue en una serie de varios libros, pero, desafortunadamente, no encontré más que “El perfume de la Dama de Negro” traducido al español. A pesar de todo, el libro es autoconclusivo en muchos aspectos, así que pueden leerlo por separado y disfrutar de esta lectura igualmente.


¡Y eso es todo! ¿Conocían este libro? ¿Lo han leído? ¡Cuénteme en los comentarios!

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