¡Hola, lectores! Hoy vengo a traerles la reseña de un libro para las infancias muy especial, que seguramente también se ganará el corazón de los más grandes.
Título: Cola de flor
Autora: Laura Devetach
Ilustradora: Eugenia Nobati
Colección: Luna de Cartulina Violeta
Editorial: Bambalí Ediciones
Año de publicación: 2021
Cola de Flor,
escrito por Laura Devetach, fue editado por primera vez en Cuba, en el año
1984. Su publicación en Argentina en el 2021, a cargo de la editorial Bambalí,
le valió una gran cantidad de distinciones: fue seleccionado por el proyecto Argentina
Key Titles para formar parte de un catálogo bilingüe que fue promocionado y
exhibido en distintas ferias y eventos culturales a lo largo del año 2021;
integró la lista de los Destacados de ALIJA 2020-2021 en la categoría “Rescate
editorial”; y, en consonancia con esto, también obtuvo el “Reconocimiento al
rescate editorial” del Premio Fundación Cuatrogatos, que concede gran
importancia a la recuperación de obras literarias para niños y jóvenes con
notable valor artístico y/o histórico.
La razón por la que esta obra volvió a editarse y
cosechó tanto éxito se debe a la atemporalidad de los temas que trata:
partiendo de la dificultad que implica ser diferente al resto, nos habla sobre
la importancia de la amistad desinteresada.
Saverio es un perro muy particular, al que un día le
brota una flor en la punta de la cola. En la primera ilustración lo vemos
contento; podríamos decir que le parece un detalle curioso, pero que disfruta
de ser quien es. Sin embargo, a medida que se va abriendo al mundo, comienza a
experimentar distintos problemas a causa de las personas que buscan apropiarse
de su flor para utilizarla en su propio beneficio. ¿Qué tan difícil resultará
encontrar a alguien que lo acepte tal y como es, sin pedirle nada a cambio?
Laura Devetach compone un texto simple, ideal para
los más pequeños que, no obstante, muestra una gran profundidad conceptual. Sin
necesidad de moralizar, ni de puntualizar con exactitud el mensaje de la obra,
logra sumergirnos en una historia breve que tiene mucho que decirnos sobre la
sociedad en la que vivimos.
Por otra parte, las ilustraciones de Eugenia Nobati
no solo realzan y complementan el texto, sino que ayudan a empatizar aún más
con el protagonista. Por momentos, Saverio exhibe expresiones cómicas, que dan
cuenta de su sorpresa y de su hartazgo ante el trato injusto que recibe por su
inusual cualidad; mientras que, en otras, su mirada y su lenguaje corporal nos
hablan de su desamparo, de la soledad propia de quien no logra encontrar un
punto de apoyo en ninguna parte.
Los fondos alternan entre ambientes interiores y
exteriores, con patrones, colores y texturas capaces de evocar tanto la
atmósfera de una casa ordenada como el tumulto de la ciudad. Los colores
llamativos contrastan con los tonos sepia, y permiten dar vida a unos
personajes que resultan caricaturescos y realistas al mismo tiempo. De esta
manera, los lectores pueden disfrutar de un libro álbum muy cuidado que, sin
dejar de ser dinámico, invita a detenerse en cada página.
Una historia tierna y conmovedora que llegará al corazón de todos aquellos que creen en la belleza de encontrar a alguien capaz de apreciar nuestra singularidad.
¿Conocían el libro? ¿Se lo recomendarían a alguien? ¡Cuéntenme en los comentarios!