¡Hola, lectores! Hoy vengo a traerles la reseña de un libro que me sorprendió mucho. Se trata del ganador del Premio Gran Angular 2015: “El mar” de Patricia García-Rojo. Una lectura para desconectar de las preocupaciones por un rato y sumergirse en una lectura pausada y agradable que nos invita a darle valor a las cosas sencillas de la vida.
Título: El Mar
Autor: Patricia García Rojo
Editorial: SM
Páginas: 264
Sinopsis: Vivo en un tejado, tengo un barco hecho en su mayor parte de corcho blanco, una piedra mágica y una novia que no me lo creo.
Aunque esto no siempre ha sido así.
Por eso lo cuento.
La vida de Rob cambia
completamente cuando un tsunami arrasa la ciudad en la que vive. Huérfano a la
tierna edad de siete años, debe arreglárselas para encontrar una manera de
sobrevivir. No le gusta dormir en el polideportivo que las autoridades han acondicionado para la gente sin hogar, así que decide salir a la intemperie.
Y entonces, un día, se
encuentra con unas personas que cambian su vida para siempre.
Ahora, once años después,
Rob se ha convertido en un cazador de tesoros, es decir, en una persona que se
ocupa de nadar bajo la superficie y recolectar objetos perdidos de las casas
que han quedado sumergidas en el mar. Su vida es sencilla y feliz; no desea
nada más que vivir día a día de su trabajo, dormir en su tejado, pasear bajo el
sol en su barquito hecho de corcho blanco, y quizás, algún día, conquistar el
corazón de Lana, la chica de sus sueños. Pero todo comienza a complicarse
cuando un hombre llamado Nicolás Garrido llega a la comunidad para filmar un
documental, y aún más cuando Rob encuentra una misteriosa piedra rosa en una
casa de aspecto mágico, que le permite transformarse en la persona que él
desee.
"No es que intente despreciar tu manera de ver el mundo, es que es distinta a la mía (...) Yo soy feliz. Y en el mar eso es lo único que importa al final del día: poder acostarte bajo las estrellas con el espíritu en paz, aunque te rujan un poco las tripas".
El
mar
es una novela que posee ciertos toques de realismo mágico. Si bien es cierto
que, debido al asombro que muestra el protagonista por la piedra rosa que se
encuentra, por momentos podría interpretarse como una novela de fantasía, la
cotidianeidad en la que está envuelto todo sitúa esta novela en un plano
totalmente diferente.
¿Qué ha sido lo que más me
gustó de la novela? Lo cercano que resulta este mundo en donde todo está
sumergido. Se trata de una comunidad que, de lejos, parece totalmente distinta
a la nuestra, pero a medida que la conocemos mejor, nos damos cuenta de que
está impregnada de una maravillosa humanidad. Aquí las reglas son un poco
diferentes, sí; las labores más valoradas son las de los cazadores de tesoros y
las de los ingenieros, y los negocios más importantes son los que prestan
equipos de buceo; pero, en definitiva, no deja de ser un pueblo como cualquier
otro, donde sus habitantes se conocen de toda la vida, se las arreglan para
sobrevivir como pueden, disfrutan de las comidas y los días de sol, se enamoran,
sufren, ríen, y se comportan como las personas comunes y corrientes que siempre
han sido.
Asimismo, me resulta muy
curiosa la forma en que está estructurado el conflicto en esta historia. A ver
si puedo explicarlo presentándoles una serie de situaciones: en esta sociedad
no se le da importancia al dinero —se manejan mediante el trueque—, pero existe
una competencia bastante significativa entre los cazadores de tesoros, que se
dividen entre “los elegantes” y los “mafiosos”. Nuestro protagonista, aunque no
pertenece a un grupo de cazadores de tesoros profesionales —como le gustaría a
su buen amigo Marcos—, es un joven honesto que cumple su trabajo con
responsabilidad, por lo que podríamos considerarlo “elegante”; pero Gino y sus
dos secuaces, Lolo y Bruno, son unos hombres con pocos escrúpulos que le roban
las buenas localizaciones de tesoros a los demás, y que irritan en sobremanera a
nuestro protagonista. Al mismo tiempo, parece existir cierta afinidad entre
Gino y Mamá Medusa, la dueña de uno de los negocios de equipos de buceo más
costosos de la ciudad… Y mientras todo esto tiene lugar, Rob intenta
arreglárselas para acercarse a Lana, una de las hijas de Mamá Medusa, para
averiguar si existe alguna posibilidad de que ella pueda enamorarse de él.
¿Se dan cuenta de que,
hasta aquí, todo es perfectamente normal? Los conflictos de esta comunidad son
conflictos perfectamente comunes, que podrían tener lugar en cualquier otro
lugar del mundo. El tema de la piedra mágica, que aparece más adelante,
simplemente le agrega un elemento extra a la trama, que le permite al
protagonista actuar como “espía” en determinadas situaciones, y formar parte de
escenas tanto dramáticas como cómicas. Y sí, la magia también le agrega un
marco lógico a ciertas cosas extraordinarias que suceden a lo largo de la
trama. Pero lo esencial, lo verdaderamente importante en el mar, es lo que
subyace debajo de toda esta magia: los personajes, sus conflictos personales, y
la forma en que relacionan entre ellos.
La voz de Rob, el
protagonista, es increíblemente cercana y agradable. Su narración es
melancólica y nostálgica al principio del libro, pero se vuelve más expresiva
con el paso de las páginas, hasta alcanzar cierta cuota de humor que lo
convierte en un personaje simpático con el que es fácil empatizar. Además, está
lejos de tener los arriesgados y ambiciosos objetivos de otros personajes de
ficción: todo lo que quiere es vivir una vida feliz, sencilla, sin demasiadas
complicaciones. ¿Puede uno crear una trama con un personaje que, en lugar de
querer convertirse en un cazador de tesoros profesional, de ansiar poder y
dinero, desea justamente lo contrario? Sí, y esta historia lo demuestra
perfectamente, porque Rob no es un personaje anodino ni aburrido por no desear
más de lo que tiene. Y es que, curiosamente, tener una vida sin complicaciones
resulta increíblemente difícil, y más aún cuando allá afuera sí hay personas
que ambicionan poder y dinero…
"—No sé si soy romántico o no —confesé, demasiado atorado, con
la cabeza funcionando a toda máquina, con todas ms neuronas de fiesta—. Me
gusta pensar… Me gusta pensar caminos fáciles para la felicidad
—¿Para la felicidad?
—A veces somos demasiado complicados, queremos cosas,
queremos más… La felicidad es mucho más sencilla".
Esta es una historia
contada con una gran sensibilidad, que por momentos adquiere tintes melancólicos,
otras veces resulta romántica, y en algunas ocasiones, también termina siendo
humorística… como la vida misma. Como escenario de fondo siempre tenemos esa
ambientación tan diferente, que hace que queramos explorar el lugar
detenidamente. Las aguas profundas por momentos son todo un misterio, pero
siempre resultan fascinantes, dado que están llenas de peces de colores
vívidos, bosques subterráneos, y casas repletas de objetos desconocidos. Y, por
último, en la superficie, tenemos esa incesante cotidianeidad que siempre
resulta encantadora. ¿Será por todo esto que me dan ganas de releerlo?
Si quieren una lectura
diferente, original y amable, que se sienta como explorar una pequeña porción
del mar o como nadar apaciblemente en un día soleado, El mar sería una lectura perfecta para ustedes.
¿Alguno de ustedes lo ha leído? ¡Cuéntenme en los comentarios!